Un ejemplo claro de discriminación y sexismo en el lenguaje, es cuando se usa la palabra "zorro" para referirnos a un hombre que es listo o astuto, y "zorra" para referirnos a una mujer fulana o que le gusta andar con varios hombres.
Otro caso es que al decir "chicos" engloba a los niños y niñas, pero al decir la misma palabra en femenino (chicas) solo nos referimos a personas de sexo femenino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario